¿Hasta dónde alcanza la copia y qué es auténticamente original en los tiempos que corren?
En la actualidad, los medios audiovisuales aportan un sinfín de posibilidades para un público ávido de nuevos contenidos, de objetos sugerentes y propuestas originales. Y sin embargo, pese a la multitud de escaparates disponibles a nuestro alcance, uno descubre con asombro la proliferación de copias indiscriminadas en cualquier tipo de objeto o contenido.
Las ideas han quedado expuestas en este mundo global a la avidez de un mercado universal, capaz de plagiar dimensiones, color y texturas a una velocidad vertiginosa, de una forma tan veloz que parece que la aparición, prácticamente simultánea en el mercado, sea el resultado de una desafortunda coincidencia...
Las posibilidades que ofrece esta nueva situación para los creadores han generado, por una parte, la necesidad de blindar la propiedad intelectual, las marcas y el diseño; por otra, la enorme ventaja que reside en el hecho de descubrir nuevas posibilidades para llegar al público de forma directa y quedar expuesto al criterio general, que discrimina sin piedad lo bueno de lo mediocre y posibilita alcanzar un éxito sin precedentes e inesperado para todo tipo de artistas (recordemos el fenómeno de cantantes que cuelgan versiones o sus primeros trabajos en youtube, por ejemplo).
Sin embargo, recordemos que la originalidad está reñida con las modas, con la dictadura impuesta por los estilos y los estereotipos. No hay más que mirar hacia el pasado: cuando Roma conquistó los territorios helenizados, el impacto sobre los conquistadores del esplendor cultural que incorporaron y tuvieron que asimilar fue tal, que motivó todo tipo de imitaciones y copias. Y por lo general, ser innovador o nadar a contracorriente está extraordinariamente reñido con la inmediata aceptación de la visión del creador por sus inmediatos contemporáneos (que se lo digan a Van Gogh). Afortunadamente, desde hace unas décadas, las posibilidades de trabajar a escala global han permitido que se pueda salir del túnel siendo original.
Y si, por extraño que pueda parecer, resulta que son los períodos de escasez los que han proporcionado a lo largo de la Historia los momentos de mayor esplendor cultural (Siglo de oro, por ejemplo), todo indica que se avecina un renacer inmediato... pues dicen que "el hambre agudiza el ingenio".
Ánimo y mucha suerte a todos.
Luz al final... Fotografía digital (2010)
Ánimo y mucha suerte a todos.
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