En estos días de escasez de dinero, trabajo y alegrías, todo parece aumentar menos nuestros salarios.
Pero dicen que, a grandes males, grandes remedios. El siglo de oro español, famoso porque se produjo una auténtica revolución en las letras y las artes patrias, coincidió con un período en que la economía del país-imperio estaba de capa caída. Y es que, queridos amigos, parece que el hambre agudiza el ingenio... Este país, tan famoso por la picaresca, es capaz de proporcionar generaciones enteras de intelectuales y genios en todas las disciplinas. Y no sólo podemos ser campeones del mundo en cualquier especialidad deportiva que se nos ponga al alcance de la mano, la realidad es que en estos momentos contamos con un potencial humano que está escapando de la coyuntura del país o debe refugiarse en sectores que nada tienen que ver con su formación o verdadero potencial con tal de poder subsistir sin alejarse de sus familias.
Creo en la capacidad de salir adelante del ser humano, como se ha demostrado en tantas ocasiones a lo largo de los tiempos. Estoy convencido de estas generaciones no son un valor perdido, que están en condiciones de demostrar que la creatividad y las artes son también un valor tangible, más allá de quedar expuestas en salas vacías.
Así que, si no dispones más que de tiempo y de tus manos, no dejes que se agote la esperanza y... ¡A crear!
Dibujos, pintura, fotografía... Herramientas para aprehender parte de la realidad que nos envuelve. Toda la obra utilizada está disponible. Contacta si deseas conocer mis proyectos o realizar un encargo.
lunes, 15 de octubre de 2012
domingo, 14 de octubre de 2012
Todos nacemos cada día
Renacemos cada vez que cogemos impulso para dar un salto ante el vacío de la incertidumbre cotidiana.
Un pensamiento que hace bueno el dicho de que no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista...). Cada vez que nos enfrentamos a la soledad autoimpuesta del creador, apartado de todo y todos en el instante en que comenzamos un dibujo, manchamos un lienzo o buscamos la inspiración para bajar desde no se sabe qué lugar un poco de poesía...
Y en ese mismo momento lo que nos rodea se desdibuja, se difumina y desaparece.
Hasta que la febril actividad concluye.
Hasta que abrimos la mano y de los dedos escapan lápiz, pluma o pincel.
Hasta que sentimos la necesidad de alejarnos para poder contemplar qué ha pasado.
Hasta que entrecerramos los ojos para poder ver lo que escapa a la mirada del resto.
Hasta que la musa se aleja sonriendo, agitando la cabeza hacia uno y otro lado, reprobando nuestra insistencia en acudir cada día, cada hora, a su encuentro.
Hasta que la vida acude a rescatarnos de nuestro aislamiento.
Un pensamiento que hace bueno el dicho de que no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista...). Cada vez que nos enfrentamos a la soledad autoimpuesta del creador, apartado de todo y todos en el instante en que comenzamos un dibujo, manchamos un lienzo o buscamos la inspiración para bajar desde no se sabe qué lugar un poco de poesía...
Y en ese mismo momento lo que nos rodea se desdibuja, se difumina y desaparece.
Hasta que la febril actividad concluye.
Hasta que abrimos la mano y de los dedos escapan lápiz, pluma o pincel.
Hasta que sentimos la necesidad de alejarnos para poder contemplar qué ha pasado.
Hasta que entrecerramos los ojos para poder ver lo que escapa a la mirada del resto.
Hasta que la musa se aleja sonriendo, agitando la cabeza hacia uno y otro lado, reprobando nuestra insistencia en acudir cada día, cada hora, a su encuentro.
Hasta que la vida acude a rescatarnos de nuestro aislamiento.
martes, 3 de julio de 2012
Melancolía
Anochece.
La tarde ha colmado con risas y chicharras el vacío de las calles.
Fugitivos del sol de mediodía, ante la luna danzan de nuevo infinidad de sombras.
El calor escapa de las baldosas mientras comienzan a encenderse las farolas.
Multitud de sillas invaden las aceras y las conversaciones se animan por momentos mientras los vecinos se asoman a las puertas.
Una ligera brisa permite respirar bajo los árboles las esencias del verano.
Las montañas comienzan a brillar como si alguien hubiera plantado estrellas en las laderas.
Sentados en los bancos, corazones enamorados vuelan juntos sobre nubes de proyectos.
Y los duendes curiosos se asoman a los caminos para escudriñar tanto ajetreo.
Decenas de niños corren unos tras otros, con cien mil manchas encima pero con el alma muy limpia.
Y apartado del mundo, lejos de todo, alguien observa con melancolía qué sencillo es ser feliz y lo mucho que cuesta darse cuenta.
La tarde ha colmado con risas y chicharras el vacío de las calles.
Fugitivos del sol de mediodía, ante la luna danzan de nuevo infinidad de sombras.
El calor escapa de las baldosas mientras comienzan a encenderse las farolas.
Multitud de sillas invaden las aceras y las conversaciones se animan por momentos mientras los vecinos se asoman a las puertas.
No digas nada (2012). Acrílico sobre lienzo, 25 x 30 cm.
Las montañas comienzan a brillar como si alguien hubiera plantado estrellas en las laderas.
Sentados en los bancos, corazones enamorados vuelan juntos sobre nubes de proyectos.
Y los duendes curiosos se asoman a los caminos para escudriñar tanto ajetreo.
Decenas de niños corren unos tras otros, con cien mil manchas encima pero con el alma muy limpia.
Y apartado del mundo, lejos de todo, alguien observa con melancolía qué sencillo es ser feliz y lo mucho que cuesta darse cuenta.
martes, 19 de junio de 2012
Después de la tormenta
A veces nos sentimos extraños con nosotros mismos.
Y no acabamos de comprender la razón.
Experimentamos la sensación de que otro piense por nosotros mientras nos dejamos llevar.
Y no encontramos la forma de romper con esa inercia que nos arrastra.
Prisioneros de opiniones, comentarios, apreciaciones, evaluaciones, dictámenes, criterios, requisitos... Entramos en un laberinto donde resulta complicado escuchar nuestra propia voz entre metálicos ecos y carcajadas que distorsionan la realidad que nos envuelve.
Y esperamos sentados sobre el muro a que la lluvia que nos envuelve arrastre todo y nos renueve.
Que libere nuestros músculos de todas las presiones y nuestras manos, por fin, puedan plasmar libremente aquello no conseguíamos escuchar: la voz de nuestro interior.
Ese impulso creador adormecido entre capas de formularios, planes de futuro y proyectos...
Y mañana, ¿qué?. Fotografía digital (2012)
El momento es AHORA.
Las calles vacías multiplican el rumor de tus pensamientos.
En los espejos del suelo las nubes oscuras se miran furtivamente mientras el viento las aleja.
En tu bolsillo derecho, dos agujeros; en el izquierdo el panorama escasamente mejora: unas llaves, diez euros y un papel plegado con dos ideas nacidas tras un café.
El momento es AHORA.
Aunque no haya dinero, aunque las críticas no sean buenas.
Aunque pierdas el aliento cada vez que compras materiales, aunque parezca que este sueño se acaba... "Mientras hay vida hay esperanza" rezan varios trazos de bolígrafo azul sobre el papel mojado.
Levantas la mirada al cielo y un rayo de luz atraviesa el firmamento.
Y abres los labios para decir, sonriendo: "Después de la tormenta, viene la calma".
miércoles, 13 de junio de 2012
San Miguel
En Ibi hay dos referentes visuales que dominan el pueblo y protegen la vida de sus habitantes.
Se trata de las ermitas de Santa Lucía y San Miguel.
Esta última fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII y ha sido testigo de la transformación experimentada a lo largo de más de siglo y medio de existencia. Cambios que han dejado su impronta en las gentes y en el paisaje.
San Miguel (Ibi). Acrílico sobre lienzo. 50x70 cm
De pequeñas dimensiones, nave única y apariencia sencilla, la ermita constituye un hermoso mirador sobre la elevación rocosa que corona.
Si tenéis ocasión de acercaros, descubriréis un lugar privilegiado desde donde contemplar Ibi y las montañas cercanas.
martes, 12 de junio de 2012
Cuando miro por la ventana
Ilusión y paisaje se funden en un único ente detrás de los cristales.
Sudores fríos recorren las palmas de mis manos.
En el horizonte de la mañana todo un día por delante.
Y las nubes parece que respeterán mis ansias de salir al campo.
San Giustino Umbro (Italia). Óleo sobre tabla, 33x41 cm
Todos los días aparece ese momento en que lo dejaría todo por tener un papel y un lápiz. Suerte no tenerlo al lado, porque mi mente resucita ese instante varias veces hasta fijarlo en el soporte en su forma definitiva.
Hasta el día de hoy puedo considerarme un ser afortunado, porque he tenido la oportunidad de ir plasmando en pequeños proyectos mis inquietudes.
Ahora estoy trabajando en un conjunto un tanto mayor y la perspectiva de dar forma a ese "mosntruo" me aterra y estimula a partes iguales... Espero poder mostraros dentro de poco el resultado.
miércoles, 6 de junio de 2012
Vencer al tiempo, ¿y al olvido?
En ocasiones, lo más importante a lo que puede aspirar un creador es a superar el contexto generacional y que su obra alcance una difusión más allá de su espacio y tiempo.
El pasado ofrece grandes ejemplos de autores anónimos, de escritores, pintores y demás genios que permanecieron detrás de la figura de otros creadores por imposición o necesidad (y es que comer es algo que se convierte en imprescindible pasados varios días sin pillar cacho...).
¿Victoria? Carbón y lápiz de grafito puro sobre papel. 29,5 x 21 cm
Hoy día, gracias a la red y a los soportes audiovisuales resulta tan sencillo mostrar el producto de los desvelos propios a la comunidad que, en ocasiones, podría parecer que uno piensa en voz alta.
Y así, mientras los recuerdos y hazañas familiares salpican redes sociales y plataformas multimedia, cada vez resulta más difícil encontrar originalidad, sentido y estilo.
Estamos perdiendo de forma acelerada la capacidad de discernir y escoger entre lo que nos gusta y lo que nos imponen, o tal vez sea tan sólo una sensación mía. Sin embargo, ante el aluvión de propuestas y contenidos que surgen al minuto, uno llega a necesitar el auxilio de alguien que nos guíe y evite perder interminables horas de búsqueda hasta localizar el impulso creador soñado, el grano de arroz que impacte nuestros cerebros y permita que la maquinaria funcione.
¿Curadores de arte, intérpretes visuales, especialistas en comunicación no verbal?
Sí, gracias.
Estamos en el umbral inmediato al cambio de siglo y aún parece que no seamos conscientes de las inmensas posibilidades que tenemos a nuestro alcance.
Aunque sigue faltando formación.
La sensibilidad es algo innato en las personas y sólo es necesario pulsar en el punto adecuado para provocar, independientemente de la emoción que se persiga. Por eso, lo bueno o malo no existen, tal vez debamos hablar más en términos de repercusión o impacto, pues quizás ha cambiado tan rápido la estrategia de acercamiento a la sociedad que no nos hemos dado ni cuenta...
La mirada del ángel
La mirada del ángel es limpia.
Observas con detenimiento sus facciones y la gracia con que sus mechones descienden sobre su cara.
Su sonrisa acaricia tu corazón y levanta tu espítitu. Un rayo de luz te atraviesa el corazón y enciende la llama de la esperanza. Al tiempo que te abraza, notas cómo la energía se desvanece y se para el fluir de tu sangre.
Todo se detiene en un momento y nada importa.
Dulce mirada. Óleo sobre lienzo. 30 x 25 cm.
La mirada del ángel instruye.
Su ciencia no contiene las palabras de ningún libro, ni sus teorías han sido redactadas todavía siguiendo las normas de ningún alfabeto. Atraviesa tu cerebro en un segundo y se instala en cada molécula de tu cuerpo: sientes fluir como un río la fuerza del amor y el respeto a la vida.
Ahora compartes el código de la creación, sientes que formas parte de un todo superior.
La mirada del ángel protege.
Aunque no lo veas más, siempre te observa.
En su misión, tu camino.
Nunca estás solo.
Nunca.
lunes, 4 de junio de 2012
Salgamos a la luna...
Comienza a llegar el verano.
Las noches se tornan cálidas y apacibles, embadurnadas por las flores de paraíso, jazmín y jacaranda.
Ecos de romances animales rebotan contra paredes y aceras, inundando las calles desiertas.
Se marcha el sol y las casas se transforman en espacios abiertos.
Salones y familias invaden las calles. Mesas y sillas inundan el barrio. Improvisados cenadores donde se comparte mesa y mantel con los vecinos, el chascarrillo y el cotilleo.
Aunque falte pan, aunque se acabe el vino.
Donde cada uno pone lo que tiene, no se exige más.
Reflejos de luna y estrellas sobre los adoquines mojados, en el fondo de las botellas y resbalando de tejado en tejado.
Y mientras tanto, el tiempo escapa al licuarse los relojes y agotarse las copas. Se desliza siguiendo la pendiente de negro asfalto y escapando sigiloso entre farolas.
La noche pasa y se desvanece la algarabía.
Ventanas entornadas saludan a la brisa.
Pasos que se refugian en portales, silencios que se imponen a las palabras.
Amanece.
Y con el deseo de retomar los pactos y alianzas de la víspera, de vaciar bandejas, renovar votos y beber sonrisas, salgamos a la luna...
jueves, 31 de mayo de 2012
No money, no happy?
Suele pasar siempre que uno desea algo con mucha fuerza.
Siente que el mundo se confabula para que todo ocurra y, de forma inexplicable, confluyan todos los factores en un mismo instante y se produzca el milagro.
Pero últimamente el dinero (o mejor dicho, la falta de dinero) está provocando que muchas de nuestras ilusiones y proyectos se desvanezcan. Tal vea sea el resultado de nuestra exigencia de consumir para ser felices: comprar ocio, coche, casa, emociones, una tele más grande...
Y en otro lugar del mundo, desde hace siglos, se mantienen luchando por sobrevivir desde el alba y cantan agradecidos al final del día...
End of time? Fotografía digital (2010)
Seamos creativos: convirtámonos en artistas de la supervivencia.
Ahora no es el momento de deprimirse (en realidad, nunca es buen momento para ello). No es conveniente venirse abajo, y menos cuando somos tantos a la vez los que padecemos los efectos de esta desaceleración-crisis-cachondeo. Miremos con optimismo la realidad que nos ha tocado vivir y trabajemos por mejorar nuestra situación, al menos manteniéndonos estables, relajados y productivos.
Ahora no es el momento de deprimirse (en realidad, nunca es buen momento para ello). No es conveniente venirse abajo, y menos cuando somos tantos a la vez los que padecemos los efectos de esta desaceleración-crisis-cachondeo. Miremos con optimismo la realidad que nos ha tocado vivir y trabajemos por mejorar nuestra situación, al menos manteniéndonos estables, relajados y productivos.
Y trabajando por cambiar nuestra situación personal desde la comprensión y la estabilidad emocional es probable que seamos capaces de recibir con mayor claridad esa vocecita interior que nos impulsa a crear.
Será mucho más fácil levantarse si no estamos tan pendientes de caernos...
miércoles, 30 de mayo de 2012
Salir del túnel
¿Hasta dónde alcanza la copia y qué es auténticamente original en los tiempos que corren?
En la actualidad, los medios audiovisuales aportan un sinfín de posibilidades para un público ávido de nuevos contenidos, de objetos sugerentes y propuestas originales. Y sin embargo, pese a la multitud de escaparates disponibles a nuestro alcance, uno descubre con asombro la proliferación de copias indiscriminadas en cualquier tipo de objeto o contenido.
Las ideas han quedado expuestas en este mundo global a la avidez de un mercado universal, capaz de plagiar dimensiones, color y texturas a una velocidad vertiginosa, de una forma tan veloz que parece que la aparición, prácticamente simultánea en el mercado, sea el resultado de una desafortunda coincidencia...
Las posibilidades que ofrece esta nueva situación para los creadores han generado, por una parte, la necesidad de blindar la propiedad intelectual, las marcas y el diseño; por otra, la enorme ventaja que reside en el hecho de descubrir nuevas posibilidades para llegar al público de forma directa y quedar expuesto al criterio general, que discrimina sin piedad lo bueno de lo mediocre y posibilita alcanzar un éxito sin precedentes e inesperado para todo tipo de artistas (recordemos el fenómeno de cantantes que cuelgan versiones o sus primeros trabajos en youtube, por ejemplo).
Sin embargo, recordemos que la originalidad está reñida con las modas, con la dictadura impuesta por los estilos y los estereotipos. No hay más que mirar hacia el pasado: cuando Roma conquistó los territorios helenizados, el impacto sobre los conquistadores del esplendor cultural que incorporaron y tuvieron que asimilar fue tal, que motivó todo tipo de imitaciones y copias. Y por lo general, ser innovador o nadar a contracorriente está extraordinariamente reñido con la inmediata aceptación de la visión del creador por sus inmediatos contemporáneos (que se lo digan a Van Gogh). Afortunadamente, desde hace unas décadas, las posibilidades de trabajar a escala global han permitido que se pueda salir del túnel siendo original.
Y si, por extraño que pueda parecer, resulta que son los períodos de escasez los que han proporcionado a lo largo de la Historia los momentos de mayor esplendor cultural (Siglo de oro, por ejemplo), todo indica que se avecina un renacer inmediato... pues dicen que "el hambre agudiza el ingenio".
Ánimo y mucha suerte a todos.
Luz al final... Fotografía digital (2010)
Ánimo y mucha suerte a todos.
martes, 29 de mayo de 2012
Mamá, quiero ser artista
Así de claro lo tiene uno en un momento determinado de su vida.
Atrás quedaron las experimentaciones en el aula de pre-escolar. Aquellas sensaciones al notar el tacto del acrílico sobre pies y manos, deslizándose en multitud de formas sobre un cartón blanco.
Primeros titubeos ante el papel decidiendo cómo sorprender a propios y extraños.
Experimentos con el color de acuarelas compradas con la paga en aquellas tiendas pioneras de "todo a cien".
Bastidores, pinceles, óleos; olor a aguarrás y manchas en la ropa.
El carboncillo impregnando manos, cara y nariz.
La mirada sorprendida de tus familiares al verte madrugar para pintar ese rincón especial que tanto te gusta...
Han pasado los mejores años de creatividad no especulativa y has decidido que lo tuyo es el arte.
First step. Fotografía digital (2011)
Y ahora, ¿qué?
Porque llega una encrucijada vital para cualquiera que se llama UNIVERSIDAD.
Y resulta que para poder desempeñar un papel importante en la sociedad es necesario tener un título, al menos hace poco más de una década. Y la preocupación de los padres al intuir un futuro dudoso, con ingresos irregulares, sin domicilio estable, de un país para otro, puede llegar a pesar como una losa sobre las tiernas espaldas de los aspirantes a ser nuevos Picasso (por citar un ejemplo de artista español universal, que no se ofenda nadie, por favor). Aunque la opción final de optar a unas oposiciones de secundaria tampoco escapa a la previsión paterna, "por si acaso" y para "asegurar unos ingresos". Al fin y al cabo, artista era sinónimo de "liberal" para los padres, qué vamos a hacer, el término degenera muy rápido en otros calificativos menos dignos...
Ahora, tanto ha cambiado la cosa que es conveniente poseer máster de post-grado, experiencia, idiomas, etc. para optar a un puesto de camarero o repartidor (con mis mayores respetos a la hostelería y el sector servicios en general, señores, gracias por estar al pie del cañón SIEMPRE): eso sí, que no se entere nadie de que tienes estudios, porque si no, no te contrata ni Rita...
Pero volvamos a lo esencial. Ser artista.
¿Un artista nace o se hace?
Evidentemente, sin capacidades innatas todos podemos adquirir los rudimentos técnicos necesarios para alcanzar resultados óptimos. Al igual que la voz, la técnica se domina. Pero posiblemente siga faltando ALGO: "Técnicamente perfecto, pero no transmite"... "El color es muy llamativo, pero sigo sin encontrar la motivación para comprarlo".... Y es que la diferencia entre maestro y alumno no la imponen, en ocasiones contadas, la experiencia y el conocimiento, sino el mismo impulso creador que poseen todos los que destacan en sus respectivas disciplinas.
Este camino de aprendizaje y formación puede ser apasionante, o muy duro, pero merece la pena.
Mi recomendación: haced lo que os dicte el corazón, pero hacedlo con todas las fuerzas que os permita la vida. Luchad por lo que os hace latir. Aunque tengáis que renunciar a algunas cosas. Si no estáis dispuestos a perder, tal vez tampoco sea este el camino que os corresponde.
¿Qué persigues con tus creaciones?
Generalmente, los creadores se ven motivados a expresar sus ideas ligados a varias motivaciones.
Desde el inicio de la Humanidad, han sido cuestiones religiosas y creencias las que han motivado gran parte de estos actos artísticos. Así, podemos apreciar diferentes tipos de ritos propiciatorios para la fecundidad, la fertilidad y la abundancia entre las primeras escenas plasmadas por los artistas de las sociedades de cazadores y recolectores, entre los primeros ganaderos y agricultores y en algunas sociedades contemporáneas que viven apartadas de la globalización...
Que no falte alimento, que tanto la cosecha como la caza sean abundantes, que las mujeres engendren niños sanos... Únicamente debemos sustituir los bisontes y cabras de cuevas y abrigos por los objetos que determinaron las inquietudes en períodos sucesivos para entender que el arte, desde el inicio de la jerarquización de las sociedades y la aparición de las oligarquías, ha servido como herramienta ideológica a los intereses de gobernantes y mecenas. Lementablemente, mover la brocha o el cincel con estilo sólo generaba situaciones beneficiosas para el artista dependiendo del peso de su promotor... (¿por qué sigue sonando todo tan extrañamente familiar?).
Diferente. Fotografía digital.(2012).
¿Artistas o artesanos? ¿Ha cambiado, en el fondo, esa realidad?
Porque discursos y argumentaciones hay muchas, pero cuando uno realiza un trabajo, desea su retribución correspondiente. Al final, somos herederos de una sociedad en la que mantenerse dentro del juego implica aceptar las reglas establecidas o luchar para cambiarlas.
Artes de vanguardia, visionarios de la estética contemporánea, instaladores, grafiteros... Por más intricado o críptico que sea el resultado, seguimos mostrando por encima de todo el deseo de autoafirmación, ese que impulsa al autor a dejar su marca, a personalizar su obra sellando así la voluntad de permanencia, de trascender a su tiempo. El mismo impulso que incita a tantos otros a grabar su nombre sobre un monumento, a escribir sobre un pupitre o acuchillar la corteza de un árbol.
Porque en el fondo, dentro del ser humano prevalece el deseo de comunicarnos, de expresar un mensaje y dejar una mínima señal de nuestro paso en este universo que cada vez parece menos infinito.
lunes, 28 de mayo de 2012
¿Art=money?
En la actualidad, debido al contexto de crisis económica generalizada, nos vemos obligados a escudriñar dentro de nuestros cerebros para encontrar el camino para que nuestras creaciones "encajen" dentro de las expectativas de un público cada vez más reacio a realizar dispendios económicos.
Y con ello no me refiero a que la vía comercial para el arte y los creadores de primera fila esté cerrada, todos conocemos el flujo de capitales que buscan otras formas de rentabilidad en los momentos en que las vías de enriquecimiento tradicionales fallan... (no hay más que recordar el elevadísimo precio alcanzado en recientes subastas de arte). El mercado necesita valores en los que refugiarse ante la inestabilidad de otras inversiones más especulativas y de rápido beneficio, ahora más volátiles que nunca.
El mercado de ofertas de trabajo revela también las imperiosas necesidades de empresas y empleadores: agentes y gestores comerciales, pues se ha contraído el mercado y son los productores los que deben perseguir al consumidor potencial.
¿Es realmente esa una buena estrategia? ¿Funciona en el mundo creativo?
Parece que las perspectivas no auguran un umbral demasiado bueno para los creadores que no sepan adaptarse a los tiempos que corren...
Las primeras consecuencias derivadas de los cambios en la política económica del país ya se han hecho notar en sectores fuertemente vinculados con el patrimonio y el arte. De hecho, conozco a varias decenas de profesionales vinculados al arte y al patrimonio desde diferentes campos de actuación (arqueólogos, restauradores, conservadores y curadores de arte, artistas...) que han visto cercenadas las fuentes de financiación y por ende, cerrada la puerta que permitía el desarrollo de su actividad.
El conocimiento, mantenimiento y divulgación de nuestro patrimonio es, al contrario de lo que pueda parecer, una fuente de riqueza. Son muchas las reflexiones que pueden alimentar una argumentación a favor de esta afirmación, así que retornaremos sobre ello en muchas ocasiones.
Así, a bote pronto, podemos decir en primer lugar que es un valor que enriquece, porque mantenemos un legado heredado que interesa no sólo a nosotros en tanto que somos sus propietarios, sino porque constituyen un polo de atracción que se puede utilizar dentro de adecuados proyectos de turismo sostenible. Ideas para una oferta de calidad que complemente otras opciones disponibles de ocio y relax tradicionales.
En segundo lugar, porque el arte y la capacidad de creación de nuevos lenguajes se alimentan del conocimiento de la esencia de nuestra forma de ser, de nuestra historia y desarrollo como sociedad. Necesitamos referentes que nos anclen en unas cordenadas de espacio y tiempo, que nos permitan advertir rasgos comunes y diferenciadores en este mundo tan global y universal.
Y para no hacer este post un laberinto de ideas: porque partiendo de la nada, un artista, un investigador o un restaurador pueden ofrecer a la sociedad nuevas perspectivas, opciones que en una mirada general a la actualidad económica parecen más que necesarias.
¿Os parece que invertir en arte es perder dinero?
Náufragos
Dedos arrugados y entumecidos recorren como garras la blanca espalda donde, exhausto, respiras.
Surcos de estéril arado trazan ilegibles mensajes sobre la arena. Horizontes azules salpicados de espuma, tapizada de sal la piel aún húmeda.
Huérfano de vestido y privado de orgullo tu cuerpo danza con las olas.
Ausente de voluntad y pensamiento, tu alma quedó en otro lugar.
Tras la tempestad, el silencio roto por un rumor contínuo: piedras que tintinean a miles agitadas por la resaca. En el recuerdo, un lugar; en el corazón, tantos rostros...
Todos somos náufragos.
Sentimientos arrastrados contra las rocas o depositados sobre playas de estéril aislamiento. Y sobrevivimos con cada pedazo de madera que arrastran las olas. Siempre esperando una señal, avivando el deseo de que nos salven. Aunque sigamos andando cada día, solos, perdidos y aturdidos, pendientes únicamente de recoger lo que necesitamos.
Despúes de la tormenta. Óleo sobre lienzo. 24x33 cm
Restos que flotan junto a la orilla, como pensamientos que recorren fugaces nuestra monotonía.
Noches húmedas al raso, bajo sábanas de estrellas.
Días de silencio y soledad ante el infinito de nuestra presencia.
Todos seremos náufragos.
Ante la luz del último amanecer, en el ocaso de nuestras vidas.
Y en el horizonte la promesa de un nuevo comienzo sobre las playas de otro océano eterno.
viernes, 25 de mayo de 2012
Un cuento andalusí
En España la impronta del mundo medieval aún está patente en muchos lugares.
La mayoría de los pueblos de la mitad sur peninsular conservan aún en sus cascos urbanos señales de la presencia islámica y en ocasiones, incluso el nombre actual es una herencia de su origen andalusí.
Al-Andalus. Óleo sobre lienzo. 40x30 cm.
En la provincia de Alicante se conservan también muchas huellas de este legado, fáciles de explorar y muy evocadoras: castillos y atalayas sobre las alturas de cerros y montañas, paisajes de huerta e incluso bosques de palmeras que recuerdan latitudes más meridionales...
Realidad y ficción que se entremezclan a partes iguales en numerosas celebraciones pupulares llenas de colorido, música y pólvora. Vivencias y pasado mítico que han sido génesis de numerosas leyendas que aún cuentan los ancianos a sus descendientes.
Os invito a pasear por la huerta del Segura, a caminar bajo las palmeras de Elche, a sobrecogeros al ver los castillos de Biar, Sax, Villena, Castalla, Novelda y tantos otros... A conocer la historia y los paisajes de Alicante, lleno de rincones donde la poesía puede palparse. Lugares donde sentireis un irreprimible impulso creador.
Por no hablar de gastronomía, otro arte que genera todo tipo de impulsos...
jueves, 24 de mayo de 2012
Si no suena la flauta
Hay días en los que uno piensa que sería mejor no haberse levantado. Todo lo que toca con la mano se deshace, se desintegra y desaparece. Y no encuentra consuelo en respirar mirando al cielo...
Y es que el creador también sufre, y no siempre en silencio, doy fe (añadan a su gusto dentro de este corchete las maldiciones e improperios que se les ocurran...).
Pero si algo nos ha enseñado la historia de la Humanidad es que, en ocasiones, tampoco puede estar uno seguro de que descubrir, inventar o triunfar en un arte o disciplina sea lo mejor que le puede ocurrir al padre de la criatura.
Las dudas me asaltan cuando repaso vivencias propias y ajenas.
La literatura y el arte están plagados de buenos ejemplos. ¿Conocéis el mito de Marsias?
Marsias fue un sileno (término griego que designa a los sátiros que han alcanzado la vejez) que, según algunas versiones, inventó la flauta de doble tubo. Y no contento con haber desarrollado un nuevo instrumento musical, se las compuso para alcanzar la excelencia en el arte de su melodía. Ufano por las sensaciones que producía el fruto de su ingenio, desafió al dios Apolo en un certamen musical, quien aceptó tras establecer que el vencedor tendría plena libertad para tratar al vencido a su antojo (y los errores se pagan, claro). Aunque la lira no pudo vencer a la flauta de Marsias en el primer embite, tras pactar que se realizase la segunda prueba en posición invertida, Apolo fue claro vencedor.
Marsias. Carbón, lápiz de grafito puro y pastel sobre papel 90 g. 21x29,7 cm.
El iluso creador y nuevo maestro quedó a expensas del dios, que lo ató a un árbol y lo desolló vivo.
Siempre recuerdo al pobre Marsias cuando imagino los desastres que pueden causar el exceso de ego y la exaltación desmedida del trabajo propio. Aunque tampoco es conveniente que caigamos a las primeras de cambio en el pesimismo más brutal frente al juicio desfavorable.
En cualquier caso, para mantenerse día a día receptivo frente al impulso creador conviene disfrutar con lo que uno hace porque, sin duda, la felicidad de plasmar lo que uno desea constituye el mayor premio.
Y ya sonará la flauta (o la lira) cuando corresponda...
miércoles, 23 de mayo de 2012
En un rincón del estudio
Allí, junto a otros montones de papeles, dormitan los recuerdos que he ido acumulando como fruto de numerosos días de trabajo entre históricos monumentos y paisajes silenciosos. Estas vivencias constituyen un importantísimo legado para mí, porque motivan ensoñaciones y nuevos proyectos que nacen de forma espontánea, y tal como están las cosas, afortunadamente sin coste adicional...
Han contribuido a crear poco a poco una memoria visual que ha marcado mi forma de entender la creación artística. De hecho, suelo acudir a mis garabatos y apuntes cuando las musas no acuden. Aunque creo que ya os lo comenté hace unos días...
Para mí fue muy importante el tiempo que pasé en Italia, viviendo en Roma (¡qué ciudad!). Conservo muy gratos recuerdos y un gran archivo con dibujos, fotografías de monumentos, paisajes y detalles curiosos.
Coliseo. Técnica mixta sobre lienzo. 40x40 cm.
Recomiendo a cualquiera que aún esté dudando ante la posibilidad de disfrutar esta opción que busque la mejor de las alternativas disponibles y pruebe a dar el paso, pues resulta muy edificante la experiencia de vivir en un país distinto. Si el país escogido comparte el hecho de ser latino y mediterráneo, como es el caso de Italia, la estancia permite descubrir rasgos comunes y matices en la vida cotidiana que pasan ajenos ante los ojos del turista.
Y ya no volverá, sea cual sea la duración de la estancia, la misma persona que partió. Es algo que os puedo asegurar.
Y ya no volverá, sea cual sea la duración de la estancia, la misma persona que partió. Es algo que os puedo asegurar.
Así que, amigos creadores, si se abre la puerta que os conduce a un lugar que no imaginábais, sed valientes, cruzad el umbral y preparad vuestros ojos, mente y corazón para todo lo que os deparará esa nueva aventura.
lunes, 21 de mayo de 2012
Las raíces del pueblo
En muchas de las plazas que jalonan el paisaje urbano de ciudades y pueblos encontramos venerables ancianos que contemplan el paso de generaciones. Árboles centenarios que en su piel conservan cicatrices de amores ajenos y han escuchado confesiones de todo tipo. Su perfil constituye un referente visual y bajo sus ramas encuentran cobijo estación tras estación numerosos vecinos: cotizada sombra en las canículas estivales y refugio perentorio en las lloviznas de mayo... Comunidades que albergan día a día un gigante silencioso que regala conciertos alados y susurros poéticos cuando el viento mece sus ramas.
Como habréis adivinado ya en este punto, soy un enamorado de estos auténticos monumentos naturales, símbolo de la convivencia sostenible. Me obsesiona en algunas ocasiones la posibilidad de capturar la esencia de un lugar a través de sus árboles, leyendo las historias que condensan sus troncos arrugados y tocando las volutas que encierran sus ramas.
¿No os habéis quedado maravillados alguna vez al escuchar cómo hablaban vuestros abuelos de la vida, de sus vivencias, de sus ilusiones? ¿Acaso no habéis encontrado al girar la esquina una inmensa mole de vida cuya visión os ha reconfortado después de caminar entre bloques de hormigón y asfalto?
Las raíces del pueblo. Técnica mixta sobre lienzo. 80x60 cm
En la plaza de la Palla de Ibi hay un venerable anciano, quebrado por los años, cuyas raíces ahondan en la esencia de este pueblo. Bajo su sombra conspiraciones, pactos, alianzas, promesas y sueños han forjado el sentir de muchas generaciones. Es el último de tres hermanos centenarios y todavía podéis acercaros a escuchar junto a su tronco el lento fluir del tiempo.
Estas mismas sensaciones, por suerte, se pueden experimentar aún en muchos lugares. Lugares donde sentiréis, sin duda, un impulso creador.
Sirvan estas líneas como alegato en favor de la conservación de la memoria sentimental de las comunidades, de su paisaje natural y del entorno urbano sostenible, donde el ser humano puede encontrar un lugar a su medida.
viernes, 18 de mayo de 2012
Un angelito travieso...
Llevaba varios días dándome la barrila, persiguiéndome y tocándome la espalda cuando menos lo esperaba. Así que decidí no dejar pasar más la ocasión y acabé lanzándome sobre un lienzo de 50 x 70 cm.
Escogí darle al acrílico porque para pintar en espacios cerrados o interiores sin buena ventilación resulta inodoro (así no tendréis quejas por parte del resto de la familia...). El hecho de no tener que utilizar como disolvente más que agua facilita la operación y no produce molestias adicionales. Todo queda limpio sin necesidad de usar otras sustancias más agresivas.
Comencé delimitando la superficie para abordar la forma del cuerpo y de la cabeza... Aunque no paraba ni un momento de revolotear por la habitación, conseguí tomarle la matrícula:
Una vez centrado en el soporte, los colores inundaron el lienzo para lograr el efecto deseado.
Espero que os agrade el resultado final...
Llega el fin de semana y este tiempo de asueto invita a pasear, a salir de la ciudad y buscar el contacto con la naturaleza... No olvidéis llevar junto al resto del equipo vuestros cuadernos, lápices, cámaras y demás.
En cada recodo del camino puede surgir la inspiración...
jueves, 17 de mayo de 2012
Tras una musa esquiva...
El espacio en blanco crece por momentos. La pantalla parpadea y el cursor te mira insistentemente demandando nuevas instrucciones. Las notas se agolpan de forma que no hay orden ni concierto en lo que intentas expresar. Percibes un sudor frío que te recorre la espalda, las manos te arden y el tiempo se desboca... Esa musa que en otras ocasiones te ha ayudado parece haber desconectado su móvil. Nadie en skype parece hacerse eco de tu necesidad imperiosa. Entonces, ¿qué puedo hacer?
Cada maestrillo tiene su librillo para superar estas tensiones o bloqueos, que suelen coincidir con su modo de vida y trabajo. Si el encargo o la obra no tiene un plazo de tiempo que te acogote y te obligue a lanzarte sobre el lienzo tras coger impulso, en ocasiones la mejor opción es desconectar, dar un paseo aprovechando la exhuberante primavera que nos rodea y liberarnos un poco de la presión.
En general, si uno ha adoptado unas rutinas de trabajo, suele ser más sencillo superar estos bloqueos, porque ha domesticado parcialmente su capacidad y está preparado para crear de forma organizada. Pero en el caso contrario, si no hay rutina que concilie contigo y vives con fuerza cada impulso, tal vez debas apagar la luz del estudio y esperar a que llegue tu momento...
Como muchos otros, yo suelo acudir a mi banco de emociones, ese lugar donde uno almacena imágenes, recuerdos o sensaciones; también la música es una buena aliada para superar el hiato creativo. Si eres capaz de llevar al día una libreta de apuntes o un cuaderno donde anotes ideas o proyectos, tal vez sea un buen momento para releerlo. Otras alternativas que podrías explorar consistirían en cambiar de técnica, de gama de colores o retomar herramientas que hace tiempo no utilizas.
Es probable que la musa vuelva cuando menos esperanza quede, y como decía un maestro de maestros, sería estupendo "que te encuentre trabajando".
Aunque si es un encargo que debía estar para ayer, más vale que implores a los cielos y se produzca un milagro...
Porque en estos tiempos que corren, toda ayuda celestial es poca.
Mis mejores deseos y mucho ánimo.
miércoles, 16 de mayo de 2012
¿Realizas una acción creativa por obligación o por necesidad?
Todos los días siento la necesidad de hacer algo nuevo, de sentir la capacidad de crear... No importa si me ocurre por la mañana o por la noche: en mi cabeza bullen cientos de imágenes y proyectos de los que, al menos uno, consigue mantenerse ahí, esperando al momento preciso en que me pongo delante del ordenador, cojo los pinceles o abro el estuche donde dormitan mis lápices...
Por eso siempre me pregunto si las personas que se dedican profesionalmente al mundo del diseño y la imagen llegan a sentir esas mismas sensaciones o "la necesidad" se mitiga con el paso de los años, el estrés y el agotamiento de los recursos propios. Porque aportar un punto de vista novedoso, abrir camino en este panorama saturado de imágenes y lograr que la gente identifique tu propio estilo debe ser algo muy complicado - o tal vez una cuestión de suerte, según se mire.
Y no mencionaré a los artistas plásticos, porque si trabajar para otros parece algo difícil con los tiempos que corren, conciliando creatividad con las demandas del mercado, ganarse la vida con la visión particular que cada uno ofrece del mundo...
A todos ellos, creadores por cuenta ajena o propia, rindo mi mayor admiración y respeto.
Salgo corriendo hacia mi estudio, hay una hoja en blanco que me llama...
martes, 15 de mayo de 2012
Empezamos de cero... disculpen las molestias
Cada día aparecen nuevas iniciativas y proyectos personales en la red que aportan una visión particular de multitud de temáticas, de forma que se incrementan y multiplican las posibilidades de establecer vínculos comunicativos con cualquier individuo interesado.
La fuerza del impacto que produce una imagen, un verso o una sensación provoca en ocasiones un impulso creador, que conduce al individuo a transportarlo a un soporte, unas veces perdurable, otras etéreo, inmaterial... Ese mismo impulso es el que me ha llevado a iniciar esta aventura, salvando el desconocimiento de alguno de los procesos que rigen el funcionamiento de un blog.
Con la mayor honestidad y humildad intentaremos abordar desde esta ventana algunas de las cuestiones que ocupan nuestra actividad creativa y mostraremos todo aquello que consideramos puede interesar a cualquiera con sensibilidad y afición por la cultura, la creación y el arte en su más amplia expresión.
Comenzamos a redactar estas líneas en la provincia de Alicante con el propósito de divulgar los paisajes, la historia y todos los recursos que permitan inspirar nuevos sueños, proyectos e ilusiones.
Por todo ello, espero compartir con vosotros experiencias, la magia de nuestras montañas y el rumor del mar.
Sed bienvenidos, ésta es vuestra casa.
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